Fue ayer a la mañana. Mauricio Méndez tenía 52 años y era el dueño de una financiera. En la puerta quedó su BMW comprado hace una semana. El hombre tenía prevista una reunión. Ahora investigarán los llamados de los últimos días.
Le dijo a su madre que tenía una cita en su oficina y que después almorzaría con ella. La mujer fue a misa y poco después de las 11 pasó por la financiera de su hijo. La puerta de la reja estaba entreabierta y eso le llamó la atención. Se asomó, gritó su nombre un par de veces pero no tuvo respuesta. Un par de sombras la asustaron y se fue corriendo. Llamó a la ex mujer de su hijo y, un rato después, entró con ella. Subieron las escaleras y cuando abrieron la puerta de la oficina se encontraron con el hombre muerto a balazos.
Mauricio Méndez (52) era el dueño de la financiera que está en Perón 1713, en pleno centro de San Miguel, a unas dos cuadras de la plaza principal. En el primer piso está su oficina y en la planta baja hay un local de atención al público donde hay carteles que dicen «Efectivo inmediato para comprar lo que usted quiera». La financiera de Méndez abre de lunes a viernes y eso, sumado a que habría comentado a algunos familiares y amigos que tenía una cita, es un detalle clave para los investigadores policiales. Si bien las fuentes policiales consultadas ayer por este medio dijeron que no descartaban ninguna hipótesis, entre las personas allegadas a la víctima que se acercaron anoche a la puerta de la financiera comentaban que Méndez había sido víctima de un ajuste de cuentas, o quizá de un engaño. La victima recibió cuatro balazos entre la cabeza y el pecho. Las pericias revelaron que le dispararon con una pistola calibre 22 con silenciador. La puerta de la financiera no había sido violentada por lo que lo que los investigadores están convencidos que él o los asesinos son los mismos que acordaron encontrarse con Méndez. En principio, en base al relato de algunos testigos, habrían visto salir de la financiera a dos personas. La caja de seguridad del prestamista estaba abierta y algunos cajones revueltos. Esto refuerza la hipótesis de que tal vez lo engañaron para llevarlo allí un domingo y robarle o que lo mataron por alguna deuda y se llevaron el dinero que había en el lugar. Peritos de la Policía Científica tomaron huellas del lugar y también esperaban tener imágenes de las cámaras de seguridad que hay allí, aunque hasta anoche la Policía no había aclarado si las cámaras estaban grabando ayer o sólo funcionan en horario comercial. En la puerta del comercio quedó el BMW último modelo que Méndez se había comprado hace una semana. Algunos de los allegados que estaban ayer allí dijeron que él solía llevar a menudo un arma debajo del asiento del auto. Esa arma la secuestró la Policía pero no aclararon si estaba dentro del auto o en la oficina. Lo cierto es que esa arma no fue disparada. Las mismas personas dijeron a este medio que no creen que Méndez haya sido víctima de un robo común. «Era un tipo de carácter fuerte, muy difícil de doblegar. Era muy bravo. No creo que lo hayan asaltado en la puerta y obligado a entrar. Si hubiera pasado eso, apuesto a que lo mataban en la puerta pero nunca los habría dejado pasar», dijo un hombre que aseguró ser amigo de la víctima. Fuentes policiales dijeron que el prestamista también tenía varias propiedades en el conurbano. Anoche, muchas personas seguían en la puerta del lugar. El clima era muy tenso. Varios jóvenes hablaban con un grupo de adultos en la vereda sobre lo que había pasado pero cuando alguien les preguntaba si era familiar lo negaban y se alejaban. Al lado de la financiera hay un locutorio que pertenece a la madre de Méndez. El frente de la financiera fue cubierto con un nailon para que los curiosos no miraran hacia adentro. La investigación quedó a cargo de la Subdelegación de Investigaciones de San Miguel y de la UFI 19 descentralizada de Malvinas Argentinas. Según confiaron fuentes policiales a este medio, los primeros pasos apuntarán a analizar las llamadas telefónicas que Méndez hizo en los últimos días y los videos de seguridad.