Los frecuentes cambios en las comisarias son otra muestra de la desorientación en materia de seguridad que demuestran tener autoridades bonaerenses.
No encuentran la punta del ovillo o no quieren tirar de él mientras pueblos, barrios y vecinos intentan por sus propios medios, si pueden, aliviar esa desagradable sensación de vulnerabilidad que los agobia. A eso debe sumarse la impunidad de un sistema de puertas giratorias. En medio de todo eso, BV tiene nuevo comisario.
Rubén Montesino de 40 años, con el grado de subcomisario, es el quinto oficial de policía que, en un lapso de tres años ocupa el cargo de titular de nuestra comi- saria. Es Casado y tiene dos hijos, vecino de San Martin. su destino anterior fue como 2do jefe de seccional en Ciudadela. Nació en San Carlos de Bariloche, pero se crió en Carhue, donde inició su carrera. Luego de pasar por varias comisarias en pueblos del interior, su primer destino en el conurbano fue José C. Paz Allí, en virtud de su origen campesino, adquirió el apodo de «El Gauchito», y desde entonces así es como lo llaman quienes lo conocen en la fuerza.
Si bien afirma estar notificado de los problemas de inseguridad que afectan la zona, Montesino reconoce que existen ciertas limitaciones para un adecuado accionar policial. «El personal es bueno, pero escaso en número como para efectuar la tarea de prevención en toda el area«, dice, refiriéndose a los cuarenta y seis policías que conforman la dotación de la Comisaria 2da de Bella Vista. «El total debe dividirse en los tres turnos, y hay que tener en cuenta los seis puestos fijos que se deben cubrir. Queda poco personal para patrullaje, eso sin contar las licencias y los francos…» explica el titular.
«La municipalidad ahora está dando más apoyo. Ha re-acondionado varios móviles y Patrullas Bonaerenses, además les da soporte técnico y combustible. Dos o tres de ellos están destinados a patrullar las calles de Bella Vista y eso refuerza el trabajo de los móviles propios.»
Hasta aquí, Montesino no hace más que describir el panorama que encontró a su llegada, el 23 de febrero pasado, y que difiere poco con lo hallado por otros en su cargo.
Sin embargo, una nueva preocupación se agrega a la tarea profesional. Desde fines de marzo también administra los pocos $3.000 que el estado provincial destina para los gastos que genere el accionar de la dependencia bellavistense. Esto se debe a la disolución definitiva de las cooperadoras policiales, ordenada desde La Plata, por lo que ya no podrán contar con la colaboración de los vecinos.
El nuevo titular confia en la participación de los vecinos en la tarea de prevención del delito. Dice que «es imprescindible establecer una buena relación entre la fuerza y la ciudadania. Yo estoy dispuesto a acudir a las instituciones que precisen dialogar conmigo sobre temas referidos a la seguridad.»
Concluye: «Mi despacho está abierto a todos los vecinos con inquietudes o quejas acerca de la conducta del personal policial», – y agrega que en caso de no hallarse él, pueden dirigirse al subcomisario Raúl Smith, 2de jefe de la comisaría.
