Juan Carlos Montiel

Juan Carlos Montiel fue uno de esos educadores que dejan huella para siempre, es de  aquellos que imprimieron carácter en sus educados, como también es de aquellas personalidades que dejaron en gran parte de sus alumnos una fuerte gratitud.

La historia de Montiel no comenzó por cierto en una academia de Ciencias de la Educación o en un profesorado. En esos tiempos la educación no tenia tanta especialidad, se era o se nacía maestro, no se fabricaba en academias, eran tiempos donde todavía no existía el termino; “trabajadores de la docencia”, sino el concepto de “maestra o maestro”.

Juan Carlos Montiel nació en Henderson el 6 de marzo de 1920. Estudió biología en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) viajó a Bariloche en el 1947 como guarda parque, también como biólogo escribió un recetario de plantas cordilleranas junto a un diario de salidas de campo. El sur y la Patagonia lo atraparon, aunque lo entretuvo por un tiempo, porque en el 1952 vuelve a su ciudad natal de Henderson, donde años antes se había casado con Irene Massuax de la vecina localidad de Pirovano, con ella tuvo 8 hijos.

Fue convocado en los comienzos de 1953 por el presbítero Echeverry Boneo para dirigir el nuevo colegio del San Pablo recién fundado. Lo dirigió por tres años, ahí conoció a Jaime Braun Campos  un alumno díscolo, complicado de estimular, pícaro o como hoy día se lo conoce como “Un complicado”.
Al revés de lo que pasaba en esos años de más rigurosa disciplina en los colegios, el profesor Montiel con este tipo de chicos o de casos similares se armaba de paciencia. Primero los “protegía” y los entusiasmaba después. Fue eso, lo que hizo con Jaime, en contra de la corriente del claustro de profesores lo protegió y después lo entusiasmó, lo propio de un “maestro”, era y es acompañar siempre a los alumnos en su crecimiento intelectual y espiritual.

En el 1956 Juan Carlos Montiel se traslada a Bella Vista, Partido de General Sarmiento y en el 1958 funda el Colegio Don Jaime, nombre
que toma de ese alumno Jaime Braun Campos que muere en un accidente vial en la Patagonia. siendo este alumno suyo de 4to año del Colegio San Pablo. Su muerte lo impacta y cuando funda el colegio en Bella Vista, le pone su nombre. No era santo por cierto, por eso no lo llamó San Jaime pero si utilizó el “Don” para distinguirlo y homenajearlo.

Bella Vista era un pueblo del conurbano con familias numerosas que necesitaban un colegio que los incluyera y formara sus hijos con los principios de la Doctrina Social y Tradición de la Iglesia. La breve experiencia en el colegio porteño y el alma de maestro le dieron coraje para emprender este nuevo colegio, tal vez aprovechando los vientos de la reciente ley de educación.

En materia de formación, siempre se preocupó de que los alumnos tuvieran Una formación adscripta a los principios de la Iglesia Católica, como también que sus educados tuvieran un sentido patriótico a la altura de Ia circunstancias de la Nación. Formó a los alumnos  con un espíritu crítico de la realidad, fue un educador realista muy lejos de ser influenciado por el pensamiento único imperante de mitad del siglo XX.

Los egresados del colegio culminaban su educación con una ceremonia religiosa que resaltaba los valores cristianos El colegio cerró el 8 de marzo del 2003, por cuestiones  económicas, aunque ya él retirado. Él muere un 8 de mayo del 2008 rodeados de sus hijos y su incansable compañera Irene.
Los duros años de los tiempos de Ia economía libre, lo habían complicado. Adicionando su generosidad en becas a Ias familias numerosas.
Estos items, juntos a otros desaciertos administrativos lo empujaron a no poder abrir las puertas de Ias aulas en el 2003. Los ex-alumnos se siguen juntando según las camadas, no hay nadie en la localidad de Bella Vista que no pasó o tuvo un familiar en el colegio.

El Colegio tenía personalidad suficiente, identidad por demás, por eso se lo amaba o se lo “condenaba», no tenía medias tintas.
Hoy en día y cada año en algún rincón de la hoy “ciudad” de Bella Vista se hacen homenajes o simples comentarios de su existencia y de esos tiempos felices donde pasaron centenares de jóvenes; mujeres y varones.

Cuarenta y dos (42) promociones más de 1300 egresados, decenas de profesores que fueron ex-alumnos, casi 50 vocaciones religiosas. 2 intendentes,
varios presidentes de instituciones locales como también jueces, decenas de deportistas exitosos y escritores. Músico, actores y directores de teatro que contribuyeron a la cultura local y del pais.

No es el número de exitoso que lo hace distinto al Don Jaime, sino esas decenas de ‘Jaimes» que en todos estos años fue rescatando Juan Carlos Montiel y su equipo de profesores. En el pueblo de Bella Vista y en la comunidad del Colegio siempre se decía que Montiel tenía 8 hijos y decenas de “Jaimes» que de algún modo agrandaba su familia.

“Todos eran sus hijos».

Julio Ledesma

 

Por que se llama Don Jaime el Colegio de Bella Vista

5 comentarios sobre «Juan Carlos Montiel»

  1. Maravilloso homenaje de un gran hombre y educador!
    Agradecimiento a quien educó y formó a mis nueve hijos !!
    Gracias Juan Carlos!!!

  2. Yo no fui alumno del colegio,fui preceptor los últimos 7 años de vida del colegio. Me siento un don jaimero más., ahí conocí el catolicismo y me convertí a él, ahí conocí a mi esposa y formé mi familia según el espíritu que nutría el clima del colegio,ahí descubrí mi vocación docente,la que me enorgullece hace tantos años y ahí encontré amigos de excelentísima calidad humana.
    Como no querer al Don Jaime y no reconocer el enorme bien que me hizo.

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