Margarita Ana Warn

¿Cómo no se va a pasar volando la vida cuando se es piloto de avión y de planeador? Eso es lo que le ocurre a Nancy, una popular vecina de Bella Vista, cuyas calles recorre ahora, a los 76 años, vendiendo sus exquisitos salsas y dulces.  «Yo vivía en Ramos Mejía y me iba a caballo hasta Morón para hacer el curso de vuelo. De paso, recogía los huesos que encontraba por el camino para venderlos y costearme los estudios. A veces papá me tiraba unos pesos, pero que no supiera mamá…»

Margarita Ana Warn de Giovannini (Nancy para todo el mundo), fue la tercera mujer que obtuvo brevet de piloto en el país, y la única que recibió instrucción de la primera aviadora, Carola Lorenzini.

Una vez que fué al Aero Club Argentino con un grupo de amigos, se entusiasmó y se puso a estudiar. Se recibió a los 25 años y luego, en el Club Albatros, en Moreno, estudió también para ser piloto de planeador, en cuya calidad le tocó hacer una exhibición ante el ministro de Guerra.

Nancy es hija de un inglés, Frank Warn, que era pastor religioso, pero que ya en la Argentina fue durante muchos años gerente de la famosa Casa Lacey, que vistió a tantos «gentlemen» y sobre todo polistas de nuestro país. Su madre, escocesa, fue Mabel Euart, descendiente de Lord Gladstone, el primer ministro de la reina Victoria.

«Fui piloto de prueba de la empresa IMPA» -dice Nancy- y además volaba para hacer horas. Muchas veces lo hice con Aníbal Ciro Rietti, ahora famoso inventor: fíjese que en su casa de Caballito el ascensor funciona con energía solar, y no hace mucho construyó un avión en la azotea. Pobre mamá…Se desesperaba con mis vuelos, no quería saber nada. Después de la guerra, fuí a Inglaterra a visitar a mi hermano, que había ido para combatir y se quedó allá. Cuando regresé, después de tres o cuatro meses, no volví a mi empleo en Aeronáutica, de donde salí como piloto de reserva. Al poco tiempo murió mamá, y papá me puso en vereda; me hizo ver que tenía que ser una persona seria y no me quedó otra…»

Casada a los 37 años con el entonces mayor del Ejército Alberto Pedro Giovannini, Nancy tiene un hijo Alberto Jorge y vive desde 1960 en nuestra ciudad, en Bourel entre O’Higgins y Munzón, en una casa que compró a los Marcó del Pont a través de Dorita Mackinlay, que trabajaba como comisionista inmobiliaria. Su marido, del arma de Caballería, diagramó el primer viaje al Polo Sur, pero murió antes de poder concretarlo, cosa que hizo luego el general Leal.

«Mi especialidad es la crema de limón», dice Nancy al referirse a su etapa actual, como «piloto» de un carrito con el que recorre las calles de Bella Vista. «También hago chucrut, chutney -uno muy picante y otro no tanto-, y todo tipo de dulces con frutas de estación. Ahora terminé el de membrillo japonés y empecé a hacer el de naranjas amargas»

 

Foto: Gentileza «El Juglar»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *