Repentinamente dejo de existir el 16 del corriente, en San Miguel, donde residía y ejercia su profesión de médico, el doctor Julio César Repetto, que gozaba de amplias y generales simpatías por la rectitud que habia puesto siempre al servicio de nobles Inclinaciones.
En el ejercicio de su profesión, en el desempeño de los cargos públicos, así como en el trato diario con cuantos le conocieron y aquilataron sus prendas personales, puso el doctor Repetto la cordial afabilidad y hombría de bien que con el devenir de los años habrían de crearle el sólido prestigio y sincero afecto que disfrutó en su prolongada actuación en la vecina ciudad.
Aficionado a los deportes, que ennoblecen el alma, su predilección se había inclinado últimamente a la pesca, en cuya entidad que los agrupa, el Centro de Pescadores San Miguel, desempeñaba el cargo de presidente con general aprobación de los asociados por sus sanas inquietudes.
En el prolongado ejercicio de su profesión el extinto ocupó la jefatura del Hospital Municipal de General Sarmiento, siendo actualmente uno de sus más destacados médicos, cargo que honraba con su permanente dedicación creándole a su vez merecida reputación. Por todo ello, las muestras de pesar exteriorizadas tanto en el velatorio de sus restos en su domicilio de la calle Sarmiento al 1.400, como en la misa de cuerpo presente en la Parroquia de San Miguel fueron muy elocuentes.
Sus restos, inhumados en el cementerio de esa ciudad, fueron despedidos por el Dr. Rodolfo T. Molina en representación del Circulo de Médicos; por el Dr. Horacio Murga, en representación de sus compañeros del Hospital Municipal y por el señor Francisco Buzeta, vice presidente del Centro de Pescadores, quienes exaltaron en conmovidas expresiones las cualidades que en vida adornaron al doctor Repello.