Roberto Tomas Anderson

En Roberto Tomás Anderson se aunaban esas excepcionales cualidades que su sola presencia, daba alta significación y prestigio
al medio donde había residido durante toda su existencia. Resumía en su persona el señorío ancestral de una raza que había hecho de sus
descendientes, auténticos hombres de bien, sencillos y virtuosos. Era simple, afable y generoso por naturaleza. Ser su amigo era
gozar en plenitud del excelso tributo de ese sentimiento. Era revalorizar las mayores virtudes de la vida. Por eso se le respetaba y se le quería entrañablemente.
Con su maravillosa esposa, doña Gerta Sontag, constituyeron un hogar donde sus hijas recibieron día a día, los dictados de las
grandes enseñaza supieron grandes enseñanzas. Así supieron honrarlo, Gerda Margarita Anderson de Salinas, sus dignas descendientes.
Había nacido en Buenos Aires, el 20 de julio de 1908, pero a los pocos días fue llevado a José C. Paz, que se constituyó en el ámbito
de toda su existencia. Amaba profundamente a su localidad y gozaba admirablemente de su medio. Era auténtico hijo de ese pueblo que
don José Vicente Altube había estructurado con excepcionales hechos. la comunidad sentía por él y por su hogar, respetuosa
admiración. Allí también habían vivido sus padres y hermanos, desde tiempo.
Cursó el ciclo primario de estudios, en la antigua escuela N°5 y luego fue en el Colegio «Juan Bautista de la Salle», de la Capital
Federal, donde recogió la sabiduría y la templanza de esa tradicional  comunidad católica, que conformó su ciencia y su vida espiritual, se recibió de bachiller.
Tras un período, ingresó al entonces Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, donde su talento nada común hizo que ocupara cargos
altos de responsabilidad, en el Directorio de la empresa. Fue durante muchos años, Secretrario de Gerencia. Allí permaneció hasta el año
1958, en que se jubiló. Pero ya en manos argentinas, trás un tiempo, las autoridades ferroviarias necesitaron de su experiencia, de su
sabiduría y de su hombría de bien, y requirieron de él, el retorno a sus indispensables servicios en bien de la Patria.
En este partido de Gral. Sarmiento, fue muy destacada su trayectoria. Oficialmente, fue Secretario de Gobierno Municipal,
entre el 23 de julio de 1962 y el 13 de junio de 1963, durante la Intendencia de su gran amigo, don Roberto Mackinlay.

Nuevamente desempeñó igual cargo entre el 29 de agosto de 1966 y el 5 de febrero de 1970, en el gobierno del ingeniero Rodolfo José Arenaza
repitiendo esa actuación en el período que fue entre el 28 de abril de 1976 y el 30 de octubre de 1979, en la Intendencia del coronel(R)
Luis Antonio Ortelli. Finalmente el agrimensor Orlando Alberto Mussano, quiso gozar de su experiencia y lo designó asesor de su
Gobierno, entre el 6 de noviembre de 1979 y el 15 de mayo de 1981.
En el ámbito privado, fue ilimitada su actuación: presidente de la Agrupación «Angel D’Elía» y también del Rotary Club de Gral. Sarmiento.
Actualmente era presidente de la filial local del Automóvil Club Argentino. En su localidad, presidió la Unión Vecinal, fue Delegado Municipal, presidente del
Club Artesanos José Altube, y formó parte del Rotary Club de José C. Paz.
Su profundo espíritu religioso, hizo que estuviese que estuviese permanentemente vinculado a la parroquia de su ciudad de residencia.
Esto es ligeramente parte de la nómina dele las las entidades a las cuales les consagró sus afanes y sus hechos tan calificados, que
hicieron, viviera rodeado de cientos de amigos que vivieron honrados con la alta expresión de las cualidades que exhibía

El 19 de octubre último, entró en la inmortalidad, Su partida fue la expresión de un enorme duelo público, pero en el espíritu de todos
estaraá permanentemente  la imágen de ese ilustre amigo, que supo ofrecer al mundo tan excepcional humanidad..
Eduardo Ismael Munzón

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