Andar en bici y morir abandonado.

El brutal homicidio ocurrió el pasado 28 de enero pero todavía no hay imputados. La familia, destrozada, comenzó una campaña de difusión para dar con alguna pista.

El último 28 de enero, Bella Vista se quedó muda. Se paralizó, abrió dos ojos enormes sin llegar a entender. Ese día, nuestra ciudad se despedía de Maximiliano Ibarra, un chico de 11 años que cometió la «imprudencia» de andar en bicicleta por la vía pública. Y ese día, también, dos manos anónimas lo dejaban tendido al costado de la calle, en la esquina de Tucumán y Gaspar Campos. El conductor luego de atropellarlo- lo corrió a la banquina, se subió a su auto y continuó su camino sin atreverse a mirar por el espejo… Maximiliano falleció poco después.

¿Qué quedó de todo eso? Por ahora nada, sólo un semáforo en la esquina del accidente, a modo de can- je por una vida. Entonces, falta algo: la respuesta de un responsable. La respuesta que Maximiliano, desde el cielo, querrá escuchar. La razón que sus padres buscan, igual que Bella Vista, sin poder entender.

Bien se sabe que Gaspar Campos es una avenida que sirve de conexión entre varias localidades. El culpable entonces, puede ser de cualquier lado. Pero también sabemos que puede ser de Bella Vista. Y que puede ser lector de esta publicacion. Hay algo que no «cierra», nos queda la sensación de haber hecho un mal negocio: un semáforo nos salió demasiado caro. Y Maximiliano, seguramente, no hubiera querido una respuesta legal, hubiera preferido una actitud humana, la actitud de una persona. La actitud de un conductor distraído que que hoy a más  de un mes del accidente nos debe una explicación

Con Información de:

  1.  El Juglar

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