Nos llega la versión de un llamativo gesto que vale la pena hacerlo público por las nobles intenciones que se pusieron de
relieve, conforme va a verse. El martes 6 de enero, Día de la Epifanía, a las 19 horas, en la parroquia de San
Francisco Solano, en Bella Vista, tuvo lugar la ceremonia del bautismo de un niño recién nacido que había sido abandonado
el 26 de diciembre último junio a la puerta del domicilio del conocido escribano señor José Agustín Beruti, en Muñiz.
Recogido tiernamente por la gentil dueña de casa, señora Dalmira Rosa Hidalgo
de Beruti -después de la denuncia pertinente a las autoridades policiales el párvulo fue atendido con maternal solicitud
por los esposos Beruti. Estos se encariñaron de inmediato con el pequeño llegado del cielo y en vez de
entregarlo a las autoridades para que fuera internado en un orfanato, dando muestras de una auténtica caridad cristiana lo
recogieron, proveyéndolo de la alimentación adecuada para nutrir su cuerpecito у
uniendo su almita en la fe cristiana se le ímpartió el sacramental bautismo en
templo mencionado, con el nombre de José María.
Actuaron de padrinos la señora de Sorrenlino y el joven Beruti.
Después de esta ceremonia los esposos Beruti festejaron el singular suceso ofreciendo en su elegante residencia una cordial recepción, a la que asistieron numerosos y conocidos vecinos de la amistad de los mismos, entre los cuales recordamos al doctor Sorrentino y su esposa; los señores Muscari y señora, Eduardo Bourel y
señora, Dr. Francisco Francese y señora, Enrico Conte Mc Donnell y señora, Cristina P.de Franzese, familia Ramírez Calderón, el Dr. Miguel J. Mihanovich y su
esposa, el doctor Cerezo y señora, la familia Scacciati, el señor Quesada, sic.
quienes testimoniaron a los esposos Berutti su simpatía por tan noble proceder.