Eugenio Sarrabayrousse

En su vieja esquina de la localidad de Bella Vista, rodeado del cariño de su esposa y sus ocho hijos, respetado y estimado
por todos los que le trataban, ha fallecido el día 19 de junio próximo pasado el profesor ingeniero Eugenio Sarrabayrousse.
Constituída el Ingeniero Sarrabayrouse un  genuino exponente de laboriosidad y corrección, dedicado por entero a sus inquietudes cientificas y profesionales, al
tiempo que derramaba entre quienes en una forma u otra le frecuentaban su generosa amistad y estimación.
Llegó a Bella Vista en el año 1914, cuando este pueblo era una pequeña aldea, en esa fecha dirigió la construcción, de su
casaquinta de la calle O’Higgins en la que 45 años después falleceria, entre los recuerdos de sus árboles añosas que
se levantaran dentro del parque que el mismo diseñara.
Mucho es lo que el pueblo de Bella Vista en particular y el Partido de General Sarmiento especialmente deben al Ing. Sarrabayrouse, quien en el ejercicio de sus funciones de Director de Obras Públicas de la Municipalidad dedicó sus desvelos por el mejoramiento de la población.
Carrio el año 1941, cuando el entonces Comisionado Municipal don Guillermo Gallardo que era su ex-alumuo, e hijo de su ilustre amigo el doctor Angel Gallardo
– también de antiguo  vecino del Partido-,  le solicitó su colaboración a efectos de reorganizar el Departamento de Obras Publicas Municipal. Acababa el Profesor
Sarrabayrouse de obtener su meretida jubilación en sus cátedras universitaria y secundaria, pero su espírita de laboriosidad
y su cariño por esta localidad le fueron más fuertes que su fatiga y acabó por prestar a la Comuna su colaboración tan eficiente.
Desde esa fecha, fueron muchos los comisionados e intendenies municipales que sucedieron en la dirección del Municipio
y todos sin excepción requirieron del Ingeniero Sarrabayrouse su inestimable colaboración y su experiencia ya demostrada muchos años antes al ejercer iguales
funciones en la Municipalidad de ia Ciudad de Buenos Aires. Esa prolongada actuación en el cargo lo permitió llevar a cabo obras
de verdadero progreso para el Partido tales como la urbanización del Cementerio Mnnicipal, donde hoy descansan sus restos;
la folal reforma de la Plaza de Muñiz la construcción de tanques de agua en el corralón municipal y en el Cementerio,
Obras de urbanización en Del Viso y Tortuguitas, etc. Fué el Ingeniero Sarrabayrouse
el autor del Reglamento General de Construcciones que hoy rige en el Partido.
Fuera de su actuación en el partido, el Ing. Sarrabayrouse desempeñó importantes
actividades en la Administración Nacional y Municipal de la Ciudad de Buenos Aires,
con la docencia universitaria y en la secundaria. Fué así que ejerció la Dirección de
Arquiteciura de la Municipalidad de Buenos Aires, que posteriormente le enconmendó trasladarse a Europa y a Estados Unidos en misión oficial a efectuar estudies
sobre su especialidad. Fué ademés profesor titular de la Universidad de Buenos Aires, en caya faculiad do Ciencias Exaelas Físicas y Nafurales enseñó durante más
de 40 años a Ingenieros y Arquitectos que
fueron sus discípulos en la cátedra de Comines y Ensayo de Materiales. En la Escuela Industrial de la Nación Otto Krausse
y en el Colegio Nacional D. F. Sarmiento, también enseñó distintas materias de su especialidad durante muy prolongado lapso.
Pertenecía el profesor ingeniero Sarrabayrouse a ese grupo tradicional de jates
de familia vinculados a este pueblo, tales como el doctor Aquileo González Oliver, los
escribamo Moine Carranza y Almanza Pico.el Dr. Frank R. Pasman, el Dr. Angel Gallardo, el señor Artigue, los Dres. Carles
Sturla y Carlos Zebini, don Martín de Gainza, don Carlos Christophersen, los Dres. Eduardo Burgos, Tomás Molina y Enrique
Racedo y muchos eires, con cuya amistad se honraba y a les que esie ilusire muerto
había sobrevivido. En medio de sus libros, con lo recuerde de tantos momentos gratos y con el cariño
de tantos hijos, nietos, amigos y servidores, se apagó la exisiencia de este viejo franco argentino, a quien los años no lograron envejecer y que vivirá perenne en el
alecto y la estimación de cuantos tuvieron la suerte de tratarle y conocerle.
También se va con él un pedazo do este viejo Bella Vista, tan lleno de tradiciones
y al que el Ing. Sarrabayronse dedicó todos sus desvelos.
Había cumplido recientemente 86 años de edad y sus restos descansan en el cementerio de San Miguel.

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