En las primeras horas del 2 de julio, en forma serena y sin haber sufrido enfermedad previa medad previa, muere en San Miguel a los 84 años el historiador José María
Rosa.
Su obra, vastamente conocida comienza en 1932 con «Más allá del código», donde se mostraba la necesidad que los jueces sean más «hombres sabios y prudentes» que majestuosos letrados.
A este libro sigue «Interpretación Religiosa de la Historia», para entrar luego en lo que sería su campo más fértil, la historia argentina, cuyos principales libros de investigación fueron «Defensa y pérdida de nuestra independencia económica»,. «Nos los representantes». «La ída de Rosas», «Francisco Solano Lopez» y «Las montoneras Argentinas» a los que se agregó su conocida «Historia cuyos su conocida «Historia» 13 tomos sirvieron para que una generación conociera de su procedencia. Profesor desde 1937 en la
Universidad de Santa Fé, donde funda el Instituto de Estudios Federalistas, pasando luego a La Plata, donde entrará por concurso presidido por Alfredo Palacios, maestro que desde otra
posición le guardaba un afecto. Sus antepasados, en uno u otro bando fueron hombres de empuñar la lanza y arremeter contra los molinos de viento sin
que ninguno de ellos (ni el mismo), esperaran recompensa. Hereda a través de generaciones el sobrenombre de «Pepe» de su tatarabuelo, «Pepe el Mahónes» quien quitara un
cañon a los ingleses en la segunda invasión. Aunque ya conocía a Perón y adhería a su proyecto, su catarsis llegaría el 17 de octubre, cuando en compañía de
Jauretche y Marechal reconocen en el pueblo alegre de la plaza el amor a la patria que por fuera de los libros y la politiquería habían recibido por ósmosis
de la tierra regada con sangre paisana.
Lo sorprende el golpe del ’55 dedicado a sus cátedras universitarias y secundarias y a la dirección del Instituto Juan Mаnuel de Rosas. Este movimiento
militar, con algunos sedicentes la cabeza, que se agregaba una poco comprensible posición ideológica del gobierno lo deja expectante
por pocas horas, hasta que escucha las voces que desde Montevideo llegan con los sempiternos argumentos de la oligarquía. «Esto es Caseros» dice y
lo que se llamó luego «la resistencia peronista». La policia allana su casa donde estaba refugiado su amigo John Williams
Cooke y permanece varios meses preso, interrogado por «complicidad con el régimen depuesto N1 (Rosas)», como
socarronamente decía en papelitos que por insólitos medios los hijos sacaban de la cárcel para publicarlos en la prensa clandestina.
une a la revolución del General Valle y consigue eludir la persecución que lo buscaba para fusilarlo, pasando a Montevideo y luego a España donde
es invitado a publicar su libro: «La caída de Rosas». De vuelta en la Argentina, ya sin cátedras, асtúa decididamente en el peronismo por medio de libros, folletos
y magros pagos mantiene su ascética economía. En 1963 viaja a Cuba invitado por su amigo Cooke y conoce a Castro, quien sonriendo
le muestra un informe elaborado por nuestros teóricos marxistas donde lo señalaban como «agente de la CIA» y otro descalificativo
Es uno de los notables que viajan a España en el famoso vuelo que busca a Perón, y este ya presidente, desde entonces es impulsor de embajada del Paraguay, país
que había recibido con admiración su reivindicación de Solano López.
El sangriento golpe del ’76 lo devuelve a Buenos Aires donde funda la revista «Línea». embistiendo los molinos de viento con no menos coraje y sin
más riesgo que el hidalgo de la mancha. Su última actuación pública importante fue en ocasión del debate sobre el Beagle, sorprendiendo a sus amigos con una
posición realista y no patriotera, compartida por el gobernador Menem,, sus discipulo en la que sostenía que el conflicto con Chile era antihistórico.
San Miguel no solo fue el lugar que recibió sus últimas horas, aqui vive uno de sus hijos y aqui nacieron 4 de sus nietos. Fue en San Miguel donde pasó
su luna de miel. Pepe Rosa fue, y seguirá siendo un «Viejo Maestro» como el se definía, donde los argentinos miraremos para ir en busca del destino que nos
llega desde el pasado.