Por Historiador Ismael Munzón
Cerca de 1915 presente siglo, hizo levantar su residencia el conocido empresario maderero Julio Marconi. El resultado fue un importante chalet de dos plantas en medio de un atrayente parque y grandes arboledas, en cuyo frente se colocó una hermosa verja de madera, de vistosa talla, confeccionada en los talleres de su empresa. Allí vivió la familia Marconi durante muchos años.
En 1943, los Marconi se alejaron de Bella Vista. Su residencia fue adquirida por el juez Aquileo González Oliver y su esposa, Margarita Moyano, conjuntamente con su hija Dora y su esposo, Roberto Daniel Mackinlay, quien entre 1962 y 1963 fue comisionado de la Municipalidad de General Sarmiento. 
Durante varias décadas la quinta fue centro de agradables reuniones sociales, ya que sus ocupantes estaban emparentados con familias muy conocidas del lugar.
Allí pasaron su niñez y su juventud los hijos del matrimonio Mackinlay: Roberto, Eduardo, Daniel, Carlos y Margarita Estela, quienes cuidaron que la vivienda luciera la prestancia señorial de la primera época. Ese mismo señorío que mantuvo muchos años mas gracias a la presencia de doña Dorita.