Adolfo Sourdeaux

El 3 de febrero de 1819 nacía en París, Francia, el fundador de los pueblos más antiguos del hoy partido de San Miguel.
Adolphe Alexandre Sourdeaux era el hijo menor del matrimonio compuesto por Hélene Jacquette Longuefay y Antoine Auguste Benjamin Sourdeaux.
Junto con sus dos hermanas mayores, María Luisa y Eugenia, y su hermano Carlos Eugenio, constituían una familia de fe católica que residía en el distrito parisino de Saint Germain L’Auxerrois, junto al Sena. A pesar de no contar antecedentes familiares, realizó la carrera militar. Se graduó de subteniente de la Marina Francesa a los 25 años, y sólo se conoce un destino en Francia antes de embarcarse como teniente y partir para siempre de su patria.
El grado militar no sólo le otorgaba jerarquía y condiciones de mando de tropa, sino que la preparación que recibían los oficiales en las academias militares francesas abarcaban un sinnúmero de conocimientos, que permitían a sus hombres desempeñarse en muy variadas actividades. Así es como Adolphe llegó a adquirir los conocimientos y la capacidad suficiente para desempeñarse ya sea como ingeniero, agrónomo, paisajista, cartógrafo, topógrafo y otros oficios relacionados.
Luego de ejercer una comandancia en una colonia francesa del África, Sourdeaux recaló en el Río de la Plata con todo su bagaje de conocimientos y experiencia. Se instaló en Buenos Aires, donde tuvo destacadísimas actuaciones en los más diversos trabajos y proyectos, muchos de ellos de suma necesidad e importancia para nuestro país, por entonces carente de profesionales y técnicos idóneos en las más variadas disciplinas.
Emprendedor incansable y polifacético, dirigió obras ferroviarias – el FC del Norte, hoy línea Mitre-; diseñó parques y espacios verdes; construyó desde baterías de artillería hasta puentes y caminos; proyectó las primeras obras de desagüe de Buenos Aires; construyó el primer pozo artesiano del país del que no sólo obtuvo agua potable sino que tomó muestras del subsuelo y clasificó sus capas, lo que en el futuro le valió ser considerado como “Padre de la Geología Argentina”; confeccionó un plano topográfico de la ciudad de Buenos Aires muy valorado aún hoy por su exactitud y riqueza de detalles.
Sin embrago, descolló en su labor como agrimensor y diseñador de pueblos, hoy ciudades. Así, trazó los pueblos de Azul, Las Flores, Moreno, San Miguel y Bella Vista –éstos dos últimos fundados por él mismo-; y confeccionó las cartas catastrales de los partidos de Luján, San Isidro, Morón y Moreno.
Para la fundación de San Miguel y Bella Vista creó dos sociedades de fomento: San José del Pilar y San Miguel del Porvenir.
Casado con Sofía Trochet, también francesa, tuvieron dos hijos que lamentablemente fallecieron, uno al nacer y en la infancia otro.
Adolfo Sourdeaux murió pobre en el hospital de Morón el 6 de julio de 1883, víctima de una úlcera estomacal. Hoy sus restos descansan en la tumba número uno del cementerio San Antonio de Padua del partido de San Miguel.
Fuente: Archivo Histórico del Partido de San Miguel

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