Eliana, la beba robada del Santojanni fue recuperada en un operativo realizado por personal policial en una casa de Bella Vista. La secuestradora se suicidó.
Al momento, los medios nacionales de comunicación se congregaron frente a la casa de Sourdeaux 70 (a metros de Puerta 4 de Campo de Mayo).
Hasta el momento sólo una ambulancia y la custodia de la infantería de la policía se encontraban en el lugar. Pero, con la difusión de los medios nacionales, los vecinos se agolparon contra las rejas de la casa donde había sido encontrada la beba robada días antes del Santojanni.
Eliana, cuarta hija del matrimonio de Gladys Morel y Tomás Garelli, fue secuestrada momentos después de su nacimiento en el hospital Santojanni.
El caso, uno de tantos en nuestro país, apareció en los medios de comunicación a través del dolor de la madre despojada que golpeó a la ciudadanía, a los jueces y a los propios hombres de prensa.
Uno de estos últimos, Bernardo Neustadt, ofreció una recompensa de $15 mil para quien aportara datos precisos. Y un llamado fue la clave que suministró al Juez de Instrucción de Menores, Dr. Caravatti, los elementos necesarios para solicitarle al Juez Federal Suárez Araujo el allanamiento de la casa de Sourdeaux 70.

Cuando los móviles de la División Seguridad Policial de la comisaría 42 llega con la orden de allanamiento se producen disparos en el segundo piso.
Allí, María Rosa Díaz, autora material del secuestro, se encerró en el baño con un arma de fuego, disparó varias veces en medio de una crisis de nervios y el último disparo apuntó a la boca.
Al llegar el personal policial la encontró aún con vida, aunque murió a los pocos minutos.
En la casa se encontraban su madre, Nora Díaz y su marido, Horacio Bonis. María Rosa Díaz, de treinta y tres años, tenía tres hijos, producto del matrimonio con un futbolista de apellido Heredia, de quien se había divorciado. Tras el nacimiento del último de sus hijos se había ligado las trompas de Falopio para no volver a quedar embarazada.
La decisión del secuestro la habría tomado ante la frustración de no poder tener hijos con su nueva pareja.
Horacio Bonis sería propietario de un salón nocturno ubicado sobre la Ruta 8, frente a Puerta 4.
La niña fue trasladada inmediatamente al Hospital Larcade, de San Miguel, para verificar su estado de salud y comprobar su identidad.
Minutos más tarde llegaban los padres de la niña a la casa, desde donde salieron rumbo al nosocomio para reencontrarse con ella.
Esa misma noche, Gladys Morel se paseó por los pasillos del Larcade con su hija en brazos y a la mañana le dio el pecho.
Una multitud de vecinos se reunió frente al Hospital Municipal de San Miguel, donde esperaron pacientemente la salida de la beba y su madre, aproximadamente a las once de la mañana del sábado.
Allí fueron aplaudidas y saludados mientras subían a un automóvil policial, tras el que se encolumnaron varios particulares en caravana, acompañándolas.
La niña fue conducida al Hospital Gutiérrez, donde quedó en observación hasta que el día lunes, el Juez Caravatti dispuso que la niña fuera devuelta a su familia, en perfecto estado de salud.
Gentileza: Fabián Domínguez – Christian Gonzalez Johansen, Diario Sintesis Bella Vista.